La memoria de Mario González, presente en San Gonzalo
El pasado viernes 6 de Marzo de 2015 tuvo lugar en la Iglesia de la hermandad de San Gonzalo el concierto homenaje a nuestro compañero y amigo Mario González Camacho.
Desde muy temprano ya se podía observar la importancia y la trascendencia de este concierto en la afluencia de gente que hacía su llegada a la Iglesia. Ya la misa ordinaria previa, denotaba la agitación levantada por este concierto. Entradas y salidas producidas en la búsqueda de asiento que precedieron a un lleno absoluto. El concierto comenzó con un pequeño discurso realizado para la presentación de la Banda Sagrada Columna y Azotes, y el objeto de este concierto, así como el agradecimiento a la Hermandad de San Gonzalo por la cesión de su casa para realizar el concierto, en la que nos reiteramos de nuevo, parecían los prolegómenos de un concierto más. Hasta el momento de la primera nota, de la primera marcha “Requiem”. En este momento fueron los instrumentos los que rindieron su homenaje. Siguió “Pobre Zaragoza” y “Virgen de la Salud” la que precedió al estreno. La marcha en homenaje a nuestro compañero Mario, “Rezamos por ti” la que llevó al punto álgido el concierto.
En este punto, la Banda, con todos sus componentes, hizo entrega a los familiares un pequeño detalle en recordatorio y como muestra de su paso por la Banda y de la huella dejada en ella, junto con las más sentidas condolencias.
Prosiguió el concierto con las marchas de “Señor de Sevilla” y “Flagelación”, tras la cuál estaba previsto el cierre de concierto con la marcha de “Un cielo para mi Virgen”.
Pero no hubiera sido un concierto de Homenaje justo. Todos los presentes, dentro y fuera de la banda sintieron que era necesario el recordatorio una vez más en este día para Mario. Por ello, el fín de concierto se produjo tras la interpretación de “Rezamos por ti” de nuevo. Tras esto, la Iglesia explotó en aplausos y quiso también rendir un homenaje a los músicos, que a buen ver de su director, salieron por la puerta principal, por la puerta grande, donde la luna llena, que acompañó a todos los presentes puso punto y final a la noche.
Crónica y galería: Antonio Puertas López
